MORDEDURAS
DE ANIMALES.
Las heridas producidas por mordeduras de animales pueden
causar una grave infección debido a las bacterias presentes en la boca del
animal.
El gran problema de este tipo de lesiones no es tanto la
herida que provocan, sino la grave infección que pueden desencadenar. La boca
de los animales está repleta de bacterias que en el medio bucal resultan
inofensivas, pero cuando se transmiten por la saliva a una herida abierta el
resultado es una infección que, de no tratarse con rapidez, se podría extender
y acarrear complicaciones.
Que
hacer en caso de una mordedura
Antes de manipular la herida, lavarse las manos con agua y
jabón y, si es posible, utilizar guantes de látex o similar.
Si la mordedura no sangra mucho, lavar la zona con agua
abundante y jabón. Es un proceso doloroso pero garantiza la eliminación de gran
parte de las bacterias.
Si la mordedura está sangrando abundantemente el objetivo
será detener la hemorragia, presionando la herida con paños limpios o ropa
hasta que se detenga el sangrado, y entonces comenzar a tratarla.
Una vez paradas las posibles hemorragias y limpiada la
herida, es aconsejable la utilización de pomadas antisépticas. La lesión se
debe tapar con apósitos estériles, gasas o vendas de algodón, y acudir a los
servicios de emergencias, procurando dar datos lo más exactos posibles y
explicar el tipo de animal que le mordió.
Si la mordedura está en la cara, el cuello o las manos, se
debe llamar con rapidez a los servicios de emergencias ya que son zonas más
delicadas y requieren atención especializada lo más rápidamente posible.
Si la mordedura sangra abundantemente y no es posible parar
la hemorragia con los métodos de primeros auxilios, llamar a los servicios de
emergencia.
Si se sospecha que el animal que le ha mordido puede estar infectado con la rabia, acudir rápidamente a emergencias.
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