Fiebre
La fiebre es el aumento temporal en la temperatura del
cuerpo en respuesta a alguna enfermedad o padecimiento.
Un niño tiene fiebre cuando su temperatura está en o por
encima de estos niveles:
- 100.4°
F (38° C) medida en las nalgas (rectal)
- 99.5°
F(37.5° C) medida en la boca (oral)
- 99°
F (37.2° C) medida bajo el brazo (axilar)
Si la temperatura supera los 38°C se recomienda llamar a un
médico.
Fiebre continua.- La
temperatura se mantiene elevada continuamente y a pesar de tomar antitérmicos esta
no oscila más de 1ºC
Fiebre remitente.- La temperatura oscila 1 o 2 con tratamiento pero no vuelve a la normalidad
Fiebre intermitente.- La temperatura oscila en picos, pero entre ellos es normal, como en el paludismo.
Fiebre oscilante.- La temperatura oscila en diferentes valores a lo largo del día
Fiebre ondulante.- La temperatura tiende a aumentar en escalera hasta los 40ºC, alcanza una meseta durante unos días y vuelve a bajar en escalera.
Febrícula.- Se llama a la temperatura que se mantiene en 38ºC.
Fiebre remitente.- La temperatura oscila 1 o 2 con tratamiento pero no vuelve a la normalidad
Fiebre intermitente.- La temperatura oscila en picos, pero entre ellos es normal, como en el paludismo.
Fiebre oscilante.- La temperatura oscila en diferentes valores a lo largo del día
Fiebre ondulante.- La temperatura tiende a aumentar en escalera hasta los 40ºC, alcanza una meseta durante unos días y vuelve a bajar en escalera.
Febrícula.- Se llama a la temperatura que se mantiene en 38ºC.
Debe tenerse en cuenta tres puntos básicos:
- Controlar
las señales de enfermedad del niño con fiebre
- Tratar
la fiebre
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